
Prensa IVIC/ Irania Medina.- En el Auditorio «Carlos Schubert» del Centro de Ecología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), el doctor Jafet M. Nassar, investigador del Laboratorio de Biología de Organismos, presentó el seminario titulado “El murciélago cardonero (Leptonycteris curasoae): ¿una especie migratoria en el norte de Suramérica?”. Este evento forma parte del “Ciclo de Seminarios del Centro de Ecología”, que busca fomentar el intercambio de conocimientos en ecología y conservación.
El doctor Nassar, con 37 años de experiencia en la investigación de murciélagos, ofreció una perspectiva única sobre la ecología y conservación del murciélago cardonero. Esta especie comparte notables similitudes morfológicas y un sistema de selección de pareja único entre quirópteros con el murciélago magueyero menor (L. yerbabuenae), presente en zonas desérticas del suroeste de Estados Unidos, México y parte de Centroamérica. Su estudio se centra en contribuir a determinar si el murciélago cardonero también comparte la capacidad de migración estacional observada en sus parientes del norte.

En su presentación, compartió evidencias que sugieren que L. curasoae realiza migraciones estacionales entre algunos de los lugares que habita en Colombia, Venezuela y las Islas ABC del Caribe insular (Aruba, Bonaire y Curazao); esto en respuesta a demandas nutricionales y reproductivas.
Los estudios genéticos, que incluyeron la secuenciación de ADN mitocondrial y microsatélites nucleares, revelaron una estructura genética entre baja y moderada en Venezuela y las Islas ABC, lo que sugiere sustancial flujo genético histórico entre las poblaciones. Por otra parte, un proyecto de marcaje y recaptura que involucró más de 7000 murciélagos censados y marcados, demostró que “estos animales realizan vuelos entre islas y hacia tierra firme, cubriendo distancias de hasta 78 km por noche”, detalló.
El doctor Nassar subrayó el papel crucial de L. curasoae en los ecosistemas áridos y semiáridos del norte de Suramérica, destacando su función como polinizador y dispersor de cactus columnares y polinizador de agaves. “Su capacidad migratoria le permite movilizar genes de estas plantas a largas distancias, lo que es esencial para mantener la cohesión de las poblaciones de las especies que poliniza y dispersa,” afirmó el investigador.
A pesar de su importancia ecológica y servicios ambientales que brinda, el murciélago cardonero enfrenta serios riesgos. “Es considerado una especie vulnerable de acuerdo a la Lista Roja de la UICN de Especies Amenazadas, debido al carácter restringido de su hábitat y la escasez de refugios diurnos de maternidad y cópula. La eliminación de su hábitat y sus refugios de cría podría poner en peligro su supervivencia,” advirtió el doctor Nassar.
El investigador también propuso desarrollar iniciativas multinacionales de investigación para entender mejor el patrón migratorio de L. curasoae y diseñar estrategias de conservación efectivas a nivel regional. “La creación de un sistema de monitorización permanente, utilizando microchips para rastrear a los murciélagos al acceder a sus principales refugios conocidos, es fundamental para comprender sus movimientos migratorios y establecer un registro de su llegada a las cuevas de reproducción,” señaló.
Nassar concluyó su presentación enfatizando la necesidad de colaboración entre Venezuela, Colombia y las Islas ABC para proteger esta especie migratoria que comparten. “Ya se han implementado estudios similares en México y Estados Unidos, y es hora de que repliquemos este enfoque de investigación en Suramérica”.