Con el pasar de los años entre 1961 a 1978, la biblioteca fue reubicada en el edificio construido cerca de las áreas administrativas del instituto pues el espacio inicial ya era insuficiente para albergar la cantidad de libros y de publicaciones periódicas que había aumentado considerablemente. Los empleados y usuarios tenían muchas dificultades debido a que la biblioteca se había hecho pequeña por el crecimiento natural de sus colecciones y se había tenido que ubicar mucho material bibliográfico en depósitos que no cumplían las condiciones para atender la demanda de información científica.

Esta situación llevó a la gestión de sucesivas administraciones en repensar y realizar los esfuerzos necesarios y así lograr la construcción de una edificación que permitiera la ubicación en sus depósitos de grandes cantidades de materiales bibliográficos, bajo la premisa de que cumpliera con las especificaciones técnicas para su mantenimiento. En 1981, el Consejo Directivo del instituto la denominó Biblioteca Marcel Roche, en homenaje al primer director del IVIC.  Para 1986, se asumió el reto institucional de la culminación del edificio de la Biblioteca Marcel Roche con la instalación de un equipo de trabajo conformado por arquitectos de la firma Siso Shaw Asociados, bibliotecólogos, trabajadores de la biblioteca e investigadores del IVIC. El 29 de noviembre de 1996, se inauguró el nuevo edificio que por el tamaño de su colección, la prestación de los servicios especializados al país y la región, la UNESCO la designa como Biblioteca Regional para América Latina y el Caribe.