Prensa IVIC/ Edith García.- “Estudio Socioambiental del Golfete de Coro”, es el nombre que lleva el proyecto que impulsa un equipo multidisciplinario que busca recuperar y restaurar ecológicamente estos espacios.
El estudio que cubre toda la zona marino costera abarcando desde punta Cardón tiene dos fases y el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC – Paraguaná) está liderando el componente manglar y tiene al frente a la doctora Luz Esther Sánchez, investigadora con más de 30 años de experiencia en el área de restauración ecológica de manglares y experiencia en derrames de hidrocarburos.
Sánchez señaló que para el desarrollo de este componente fueron entrenados los pescadores de los Consejos Populares de Pescadores y Acuicultores (Conppa) del eje Cardón hasta Tacuato y del Ocorote hasta Mitare, donde se les suministraron las herramientas para hacer diagnóstico y todo lo relacionado con el levantamiento de la información de campo, geomática, uso de satélites y aquellos indicadores que deben ser tenidos en cuenta para poder determinar el estado de salud de un ecosistema.
“Aprendieron a manejar geo tracker, y se les enseñó a manejar aplicaciones con georeferencias para poder tener el punto donde se tomaba la foto, densidad aparente, flujos subsuperficiales libres, tipos de degradación que sufre el petróleo para poder hacer la evaluación “in situ”. La etapa de capacitación con clases teóricas y talleres que tuvo una duración de tres meses y todos estos conocimientos impartidos fueron enfocados bajo un entrenamiento de aprender haciendo con alto nivel científico para los pescadores, valorando su saber y capacidad intelectual”.
Se pudo conocer que la segunda fase del proyecto inició a finales de noviembre y se está poniendo en práctica todo lo aprendido en la primera fase, incluyendo técnicas de muestreo en el lugar, es decir, aprender haciendo, entre las que se encuentran técnicas de piqueteo, técnicas de como ver el flujo superficial, determinar si las aguas son estancadas o no, determinar corrientes internas que son las fundamentales a recuperar en una degradación.
El abordaje se da mediante dos grupos liderados por Biomonitores pescadores capacitados gracias a un proyecto de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en derrames quienes tiene una vasta experiencia en todo lo relacionado con manglares.
“El Golfete tiene mucha esperanza, es viable su recuperación y básicamente el trabajo que vienen desarrollando este batallón de hombres y mujeres comprometidos y entrenados puedo decir que el éxito está asegurado porque estamos uniendo la experticia natural que da la vida en el lugar y la experticia científica”, destacó Sánchez.
Aportes desde la ciencia
Gracias a la creación de la sala de Geomática en el Laboratorio de Protección y Manejo de Cuencas del IVIC -Paraguaná, se ha logrado mostrar que la tecnología espacial y tecnologías de punta a partir de todo lo que es sensometría remota pueden llegar directamente a beneficiar al pueblo y eso es lo que estamos demostrando con este proyecto donde la gente puede llegar a tomar decisiones relevantes a nivel local.
Otro aporte importante que se está haciendo a nivel científico es la información generada, información que además del componente manglar tiene funcionabilidad ecosistémica y conectividad funcional, es decir, “vamos a demostrar que al analizar manglar no es solamente el árbol, mangle está vinculado con albufera, playa, pesquería pero con datos, vamos a tener los indicadores con un antes y un después para poder evaluar trayectoria y toda esa información es un aporte a la ciencia muy importante”, destacó Sánchez.
Inicios del proyecto
Este proyecto se inició en febrero de 2024 gracias a una iniciativa de la Gerencia Ambiental Nacional de Petróleos de Venezuela (PDVSA) con la doctora Delhy Echeneverreta, en esa fase se dieron cita activamente el componente manglar liderado por el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC – Paraguaná), el área de pesca a cargo del Centro Nacional de Investigación de Pesca y Acuicultura (Cenipa), el estudio marino a cargo por la Universidad Central de Venezuela (UCV) y el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inameh).