Instituto Venezolano de Investigaciones Cientificas 
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Vigilancia epidemiológica, implementación de medidas para combatir la tuberculosis

Prensa IVIC/ Edith García.- Como parte de las actividades que desarrolla el Centro de Microbiología y Biología Celular (CMBC) del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), se llevó a cabo el seminario titulado “Mycobacterium tuberculosis: un patógeno extraordinario…”, donde se abordaron diferentes tópicos de las micobacterias, la reciente propuesta taxómica a nivel de género, y su réplica, las especies más recientes descritas, se hizo referencia a un proteína que pasó desapercibida por más de 132 años; la única exotoxina de (TNT) de M. tuberculosis y la situación mundial y nacional de la TB.

El seminario estuvo a cargo del doctor Edgar Abadía, investigador Asociado del Centro de Microbiología y Biología Celular, quien señaló que la tuberculosis es una enfermedad bacteriana que ataca principalmente a los pulmones y de esta forma se disemina de persona a persona. Aclaró que está enfermedad nunca ha desaparecido. A nivel internacional se ha observado un retroceso de un 2 % anual. Sin embargo, desde el 2014 en nuestro país se produjo un incremento significativo que no se ha controlado todavía.

“Esta es una enfermedad que está asociada con ciertas limitaciones que pueda tener una persona con el estado de alimentación y de bienestar propio de cada quién. Es decir, que cuando se produzcan algunas limitaciones en este sentido; el sistema inmunológico puede sufrir alteraciones que conduzcan a una baja de defensas permitiendo que una infección latente previa o que una infección nueva pase rápidamente a activa. La infección latente es la forma más común de esta enfermedad. Por otro lado, existen cepas que durante su proceso evolutivo han adquirido nuevas características que las hacen que se comporten de forma más virulenta y eviten la etapa de latencia. Es por esto que la vigilancia epidemiológica es vital para conocer la ecología de las cepas circulantes y prevenir aquellos casos muy virulentos (brotes epidemiológicos) y que pudiesen representar fallas al tratamiento.

“En nuestro país (siendo conservadores) la incidencia de esta enfermedad fue de 27/100.000 habitantes y para el 2018 llegó a 48/100.000 según el reporte de la Organización Mundial de la Salud. En la actualidad se estima que es de 46/100.000 habitantes. Quizás en relación a otros países nos encontremos mejor posicionados, pero necesitamos recuperar cifras anteriores más bajas e incluso mejorarlas, destacó el experto.

Precisó el doctor Abadía que antes de la pandemia de la COVID-19, el bacilo tuberculoso era el responsable del mayor número de muertes en humanos debido a un solo agente infeccioso. Del mismo modo apuntó que, generalmente, las personas mayores son más susceptibles a la enfermedad tomando en cuenta que su sistema inmune se va a deprimir por la misma condición, no solo a tuberculosis, sino a otras enfermedades. Igualmente, los niños que no han desarrollado plenamente su sistema inmune van a ser más susceptibles en comparación con aquellos que ya la han desarrollado. Sin embargo, la susceptibilidad frente a esta enfermedad es un balance entre el contenido genético de la bacteria y la carga genética de cada hospedero.

¿Cuáles son los estados donde se presenta la enfermedad con mayor frecuencia?

El experto subrayó que los estados donde la incidencia de la Tuberculosis es alta son: Delta Amacuro, Bolívar y Amazonas, que por su ubicación se encuentran más alejados de ciertas condiciones que pueden definirse como un estándar de vida básico y que tengan un poco más de problemas a nivel de recursos económicos, alimentos, agua, entre otros, eso pudiera generar que esas tasas se incrementen.

Por otro lado, encontramos a las poblaciones indígenas que son vulnerables porque no han visto en algunos casos ciertos antígenos y están desprovistos de un mecanismo de defensa adecuado; el cual ya sea por turismo, por explotación minera o por cualquier otra circunstancia, gente de la ciudad lleva microbios a estas poblaciones y ellos van a desarrollar la enfermedad mucho más rápido.

Con respecto a la inmunización de la enfermedad, el doctor Abadía recordó que las vacunas ante cualquier patógeno surgen como una necesidad para controlar la enfermedad, sobre todo para bajar la tasa de trasmisión y prevenir nuevos casos. “Realmente lo que se hace es estimular el sistema inmune para desarrollar una respuesta específica. Los estudios han demostrado que la eficacia de la vacuna BCG varía entre un 0 y un 85 % en diferentes partes del mundo, en algunos casos ha probado ser muy efectiva contra formas graves de la tuberculosis (meningea y una forma diseminada), lo que sí es cierto es que al estimular con un organismo relacionado no virulento se está otorgando cierta herramienta de defensa antes que el organismo patógeno te ataque. Entonces la presentación de la enfermedad con síntomas graves mejora considerablemente en personas vacunadas. La vacunación es importante, al igual que la vigilancia epidemiológica. Existen algunas vacunas que ya entraron en fase 3 de los ensayos clínicos con resultados prometedores (MIP, SLR172, MTBVAC, VPM1002, M72/ASO1E).  Al igual que se están probando nuevas drogas para la tuberculosis multidroga resistente (Bedaquilina, Linezolid). PaMZ es el primer tratamiento para la TB MDR/RR (pretomanida (Pa), moxifloxacina (M), and pirazinamida (Z)) que se encuentra en fase 3 de los ensayos clínicos con la finalidad de reducir la duración del tratamiento de 2 años o un poco más a sólo algunos meses” dijo.