Prensa IVIC.- El cambio climático ha tenido un sorprendente impacto en el ciclo de vida de 15 especies de árboles en un bosque nuboso venezolano, así lo demuestra un estudio realizado por un grupo de investigadores del Laboratorio de Ecología de Suelo, Ambiente y Agricultura del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC).
Este estudio se desarrolló en un lapso de tres décadas y media, donde se logró documentar la abundancia mensual de flores y frutos, los cambios en las altas temperaturas, precipitaciones bajas, disminución de los suelos y humedad, lo que ha provocado cambios en la fenología de la floración en todo el mundo, incluso en los bosques tropicales y los bosques nubosos tropicales del norte de América del sur.
Saúl Flores, Jefe del Laboratorio de Ecología de Suelo, Ambiente y Agricultura, señaló que esta investigación demuestra que en los últimos 35 años el cambio climático ha comenzado afectar la dinámica reproductiva de importantes especies de plantas del bosque nuboso ubicado a lo largo de las laderas de la Cordillera de la Costa en el norte de Venezuela, específicamente en los Altos de Pipe, a 1747m sobre el nivel del mar, a 11km de Caracas por la Panamericana Carretera.
La afectación del bosque nuboso ubicado en el IVIC, se evidencia de manera significativa en la temperatura, floración, fructificación y migración de especies, que hace cuatro décadas atrás habitaban este importante espacio donde conviven una flora y fauna excepcional, y hasta pudiéramos decir, de especies únicas que están a punto de desaparecer junto con este ecosistema.
“Para nuestro bosque nuboso, hubo múltiples períodos de precipitaciones muy bajas durante las estaciones secas durante las tres décadas del estudio y precipitaciones relativamente bajas durante la temporada de lluvias de los años más secos, estos cambios fueron en parte responsables de los cambios de disponibilidad de frutas y flores a polinizadores, dispersores de semillas y parásitos de flores o frutos”, aseguró Flores.
“En el caso de las especies, han disminuidos los ritmos de floración, algunas de estas especies ya no cumplen con un patrón que antes era definido para la floración o fructificación, de allí que las he denominado asincrónicas, tomando en cuenta que con estas especies se pudiera estar preparando un nuevo rango evolutivo, que resistan las condiciones desfavorables, tales como: mucha sequía y altas temperaturas. Esto significaría que se garantizaría la existencia de su especie”, dijo el experto en suelos.
Entre las asincrónicas que se han podido encontrar en este estudio destacan 15 especies de plantas: Aspidosperma fendleri, Protiumtovarense, Hyronima moritzian, Richeria grandis, Caracasia tremadena, Byrsonima reticulata, Vismia ferriginea, Palicurea fendleri, Guapira olfersiana, Erytroxylum amazonicum, Miconea dodecandra, Gaffenridia latifolia, Tretrorchidium rubriverbium, Eliocarpus americanus y Viburnum timoides.
Explica Flores que la mayoría de las especies de plantas tropicales tienen ciclos reproductivos consistentes, y los fuertes cambios en la disponibilidad de flores y frutos hacen que estos recursos sean menos consistentes y probablemente conducirá a una dinámica comunitaria alterada en los bosques tropicales.
“En los últimos años hemos observado que las temperaturas has estado en constante aumento, mientras que las lluvias han disminuido; esta combinación desafortunada ha dado lugar a un incremento en las condiciones de sequía dejando un sombrío panorama, en nuestro bosque nuboso en el período entre 2011 y 2015 se caracterizó por temperaturas históricamente altas, en contraste con los niveles de precipitaciones durante el período comprendido entre 2006 y 2017 fueron los más bajos jamás registrados”, puntualizó.