Prensa IVIC / Irania Medina._ Durante el Ciclo de Seminarios de Ecología, se llevó a cabo la charla titulada «El Pez León, el invasor que llegó para quedarse», la presentación estuvo a cargo del licenciado Julio César Morón Jiménez, investigador del Museo de Historia Natural La Salle (MHNLS) y CEO de Atlantis Scuba Center en Caracas.
La actividad tuvo lugar en el Auditorio «Carlos Schubert» del Centro de Ecología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), donde se abordó la problemática de esta especie invasora que ha generado preocupación en el ecosistema marino del Caribe.
La historia de la invasión del Pez León en el Caribe-Atlántico se remonta a dos hipótesis: su avistamiento en Dania Beach, Florida, en 1985, y una liberación accidental en la Bahía de Biscayne tras el huracán Andrew en 1992. Originario del Indo-Pacífico, este pez exótico se caracteriza por su apariencia llamativa, con una cabeza robusta, cuerpo de bandas rojas-marrones sobre fondo crema, y aletas pectorales y dorsal en forma de abanico. A pesar de contar con depredadores naturales en su hábitat original, como tiburones y morenas, en el Caribe carece de tales enemigos, lo que ha permitido su rápida proliferación.
El licenciado Morón destacó las características biológicas del Pez León, que presenta 18 espinas con glándulas que producen un veneno altamente doloroso y potencialmente peligroso para los humanos. «Su dieta es generalista, alimentándose de pequeños peces, alevines de arrecifes, crustáceos y moluscos, pudiendo consumir entre el 6 % y el 8 % de su peso diario. Las hembras desovan entre 30,000 huevos cada 4 a 5 días, lo que contribuye a que la densidad poblacional se duplique anualmente», acotó.
Esta invasión se ha extendido desde Carolina del Norte hasta la costa sureste de Brasil y se prevé que llegue hasta Argentina. «En Venezuela, el Pez León fue reportado por primera vez en 2009 en el Parque Nacional Morrocoy, y actualmente se han avistado grandes cardúmenes a lo largo de toda la costa e islas del territorio insular», detalló.
El licenciado Morón enfatizó la necesidad de un control, aunque no de erradicación, mediante la educación de las comunidades para que aprendan a cazar y consumir esta especie como fuente de proteína.
Durante la presentación, el licenciado también expresó su preocupación por la problemática de las especies invasoras en el Mar Caribe, subrayando que «no tienen depredadores naturales en los espacios donde ellos invaden, y el crecimiento poblacional se vuelve crítico para el ecosistema circundante». Resaltó la alta tasa de supervivencia del Pez León y su capacidad de adaptación a diversos hábitats, lo que lo convierte en un agente ecológico dañino.
El licenciado Morón concluyó que es crucial llevar a cabo seminarios en instituciones científicas, escuelas y comunidades para sensibilizar a la población sobre la problemática de las especies invasoras. «Educar desde los niveles más básicos hasta los más avanzados es fundamental para que la gente entienda y comprenda», afirmó, destacando la importancia de la educación en la conservación de nuestros ecosistemas marinos.
La charla dejó en evidencia la urgencia de abordar la invasión del Pez León y la necesidad de un enfoque colectivo para proteger el delicado equilibrio del ecosistema caribeño.