Instituto Venezolano de Investigaciones Cientificas 

Seminarios del Centro de Ecología del IVIC, una vitrina para visibilizar proyectos y sus avances

Prensa IVIC/ Edith García.- “Puntos y momentos calientes para las relaciones hierro-fósforo en una zona crítica del río Orinoco”, fue el tema que abordó la doctora Noemí Chacón, investigadora del Laboratorio de Ecología Transdisciplinaria para el Bienestar Humano del Centro de Ecología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científica (IVIC).

La doctora Chacón habló sobre los puntos calientes, que se refieren a áreas donde las reacciones biogeoquímicas o la concentración de nutrientes son significativamente superior en comparación con su entorno y los momentos calientes, que son periodos breves en los que estas tasas o concentraciones alcanzan niveles excepcionalmente altos en contrastes con periodos previos o posteriores. Ambos fenómenos pueden presentarse de forma independiente o coincidir en el tiempo y espacio.

De allí que los suelos ácidos, altamente meteorizados, el fósforo (P) constituyen un factor limitante para la productividad primaria neta. En ecosistemas terrestres y aquellos situados en zonas críticas, como los humedales, formados sobre este tipo de sustrato, se han identificado diversos mecanismos que permiten a la vegetación adquirir y utilizar el fósforo disponible.

“Entre ellos destacan la reabsorción foliar de fósforo, la simbiosis con micorrizas arbusculares, la proliferación de raíces finas, la exudación de fosfatasas ácidas, la producción de ácidos orgánicos de bajo peso molecular y la reducción microbiana de óxidos de hierro (Fe)”.

Generalmente, los estudios sobre la disponibilidad de fósforo reportan valores promedio para los ecosistemas, sin considerar la existencia de puntos calientes, donde las tasas de reacciones biogeoquímicas o la concentración de nutrientes son desproporcionadamente altas en relación a la matriz circundante. Así mismo, sin tomar en cuenta que existen momentos calientes o períodos cortos en los que estas tasas de reacción o concentración son excepcionalmente elevadas en comparación con los períodos de tiempo más largos que los preceden o los siguen.

Destacó la investigadora que estos fenómenos suelen manifestarse en zonas críticas, especialmente en interfaces entre ecosistemas terrestres y acuáticos, donde la convergencia de flujos hidrológicos y reactivos complementarios intensifica las reacciones biogeoquímicas.

En el caso de los bosques estacionalmente inundables del río Mapire, tributario del Orinoco, el represo anual genera un gradiente de inundación con tres zonas diferenciadas por profundidad y duración del período de inundación. “En la zona más alta, localizada en el ecotono bosque-sabana, la inundación alcanza 2 metros de profundidad durante 2 meses”.

Explicó Chacón que al retroceder las aguas, surgen parches de suelo con altas concentraciones de hierro soluble y fósforo disponible, “a los que clasificamos como puntos calientes de las relaciones hierro-fósforo. Además, durante la saturación hídrica, se identifican momentos calientes para la disolución de hierro y disponibilidad de fósforo, los cuales cesan al secarse el suelo”.

Igualmente, se pudo conocer que mediante modelos lineales de efectos mixtos, se confirmó el papel de estos parches como puntos y momentos calientes en la relación hierro-fósforo. Estos hallazgos no solo aportan al conocimiento sobre la dinámica de nutrientes bajo el marco conceptual de los puntos y momentos calientes, sino que también destacan su relevancia para estimar balances de carbono (C) en el ecosistema, dado el papel del fósforo en la captura de carbono.